La menopausia se produce con la última menstruación de la mujer y forma parte del proceso de declinación de la función de los ovarios de producir estrógenos.


 

La menopausia comienza habitualmente entre los 49 y 50 años. Pero también puede darse antes de los 45 o, en forma tardía, después de los 55 años.

Otros cambios corporales son:

  • Sofocos
  • Sudoración nocturna
  • Cansancio
  • Cambios emocionales (llanto fácil, irritabilidad, desgano)
  • Alteración del sueño
  • Sequedad de piel y mucosas
  • Vértigos
  • Adormecimiento de las manos
  • Dolores osteoarticulares

Algunos de los tratamientos en la menopausia son el uso de estrógenos (a corto y largo plazo), la tibolona (utilizada muchas veces en la terapia hormonal de la menopausia), y diferentes opciones terapéuticas para los sofocos, como los ansiolíticos y los fitoestrógenos.

Te damos algunos consejos y tips a tener en cuenta antes y durante la menopausia.

El cuidado reproductivo durante la perimenopausia
Existe el mito de que durante la perimenopausia, la etapa previa a la menopausia en la que la mujer comienza a experimentar las irregularidades del ciclo menstrual, no existe la posibilidad de que la mujer quede embarazada. Esto no es cierto: se debe utilizar algún método anticonceptivo (Se recomiendan hormonales, ya que ayudan a mejorar los síntomas de la menopausia) hasta un año después de la última menstruación, si la menopausia comenzó entre los 49 y 50 años, o durante dos años si se dio antes de los 50 años.

El sexo después de la menopausia
Los cambios de esta nueva etapa tienen impacto en todos los aspectos de la vida de la mujer, incluyendo el sexo. Hay una involución o atrofia de los órganos genitales internos (ovarios, útero y vagina), y de los genitales externos. Además, la vagina sufre pérdida de la elasticidad, de la humedad y lubricación, produciendo dolor o dispaurenia y molestias para las relaciones sexuales. Sin embargo, el sexo es beneficioso para la salud, y es importante entender y tener en cuenta los aspectos necesarios para una vida sexual saludable y placentera. Las mujeres que se mantienen sexualmente activas después de la menopausia, suelen tener un menor grado de atrofia, y mayor elasticidad y humedad. Además, existen diversos tratamientos para aliviar los síntomas. Se puede utilizar medicación local (como óvulos y cremas) para mejorar la lubricación y elasticidad vulvar y vaginal. También la tibolona ha demostrado ser útil para mejorar el deseo sexual en esta etapa.

Los huesos y el corazón durante la menopausia
La densidad y la calidad ósea disminuyen, debilitando el hueso y aumentando el riesgo de fractura. La osteoporosis afecta a una de cada tres mujeres mayores de 50 años; por eso es de suma importancia realizar los controles necesarios para prevenir y tratar los síntomas.
Por otro lado, durante la menopausia también se debe tener en cuenta el riesgo cardiovascular. Las enfermedades relacionadas al corazón generalmente se deben a la ateroesclerosis (depósito e infiltración de sustancias lipídicas en las paredes de las arterias), pero durante la menopausia el riesgo aumenta. Las alteraciones del sueño, características de esta etapa, conllevan a una serie modificaciones metabólicas con el consiguiente incremento del riesgo cardiovascular.
Por todo esto eso es fundamental que en la menopausia la mujer abandone el cigarrillo, evite el consumo de alcohol, controle la tensión arterial, tenga el colesterol a valores recomendables, realice ejercicio moderado y consuma suficiente calcio y vitamina D en su dieta.